Mi hija me propuso ir a ver estrellas con una amiga y el día que habíamos quedado amaneció con una calima muy densa. Este tipo de situaciones no se puede prever, la verdad, pensé que en el lugar de observación habría más suerte, pero al llegar comprobamos que apenas se podían ver las estrellas. Sin embargo, la calima estabiliza la turbulencia atmosférica y pudimos disfrutar de unas magníficas vistas de los planetas.
Me queda pena que la primera vista de un cielo estrellado de una persona no sea espléndida, por la imagen que se puede llevar. Tendremos que repetirlo en mejores condiciones.
Montando el equipo y observando Júpiter. Tuvimos la suerte de que en ese instante se estaba produciendo un tránsito de Ío tras el planeta Júpiter y pudimos sacar una imagen como esta:
Saturno es siempre un paisaje sobrecogedor al telescopio:
¿Quién es quién? Es fácil de reconocer.
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