En las Cañadas del Teide la calima presagiaba una noche no muy buena para la observación astronómica, pero el viento era suave, la temperatura aceptable y no había nubes.
Al llegar al lugar de observación me encontré que ya había alguien y al acercarme para presentarme me encuentro con que la persona que está allí no es un astrónomo conocido, por regla general, los cuatro locos que nos dedicamos a esto en Tenerife, mas o menos nos conocemos o tenemos conocidos comunes del mundillo, pero al hablar con él, no me responde en mi idioma. Tras un rato de toma de contacto logramos comunicarnos entre un español chapurreado por él y un inglés chapurreado por mí. Resultó ser que esta persona era un astrofotógrafo y divulgador de astronomía alemán que estaba de vacaciones en Tenerife y aprovechó para disfrutar de una noche estrellada. Su nombre es Tom.
Reconozco que observar con alguien al lado con el que compartir experiencias y sensaciones resulta más agradable que pasar la noche a solas. De hecho, estuvimos compartiendo trabajos mutuos, me enseñó algunas de sus fotografías de campos estelares obtenidos con su DSLR y algunas de sus tomas planetarias y lunares, bastante buenas por cierto. Incluso le invité a que hiciera algunas tomas de Saturno con mi telescopio y aunque la turbulencia era alta las tomas quedaron razonablemente bien.
Una de las cosas que hice fue apuntar al cúmulo de Omega Centauri, éste es el cúmulo globular más grande observable desde la Tierra, ésta es una de las bellezas estelares que podemos disfrutar desde latitudes Canarias ya que está muy al sur para el resto de Europa.
La toma tiene 6 minutos de exposición total y fue realizada con 12 tomas de 30 segundos usando la cámara ATIK 16IC y un objetivo de 200 mm a f/8. Las imágenes fueron apiladas con DeepSkyStacker y tratadas con PhotoShop CS2.